Esta imagen la hice para todos mis niños amigos en este mes...pero no solo para este mes si no para que se recuerden... que aun tenemos a un niño dentro que hay que dejarlo salir a jugar de ves en cuando. Para que miren un poco mi forma de pensar al respecto les dejo este escrito sobre el tema.
Un casual encuentro con la realidad
Un día dos viejos amigo se encontraron, uno con deseos de ver nuevamente a una niña de la cuan se enamoro un día, y otra con ni siquiera ganas de vivir, pero a si como el destino se encarga de unir y de apartar, esta vez los rencontró y esto fue lo que dijeron:
- ¡Hola niña hermosa!
- ¿A quien le hablas?
- A ti niña bella.
- ¿Niña dices? No yo ya no soy niña
- Bien, eres una niña. Con esos ojos bellos llenos de vida.
- ¿De verdad me hablas a mi? No te estarás confundiendo, yo ya no soy una niña, te he dicho, ya crecí, estoy grande, ¿no los ves?
- No, aun te miro juguetear y retozar, reírte a carcajadas, con una gran alegría en tu mirar.
- No se, me confundes, yo no soy esa niña de la que hablas, por las inclemencias del tiempo y los desamores, estoy marchitándome, y es verdad cuando te digo que los años ya han pasado por aquí.
- Que dices, que estoy loco, si estoy viendo perfectamente a una niña que lucha por salir a jugar y a divertirse.
- Tal ves, Tal vez, pero jamás saldrá, ya no hay tiempo para perderlo en cuentos infantiles, en niñerías, ¿no ves que estoy grande ya?, ¿no ves que ya no me gusta jugar? Esos juegos de princesas y castillos, ya no los creo yo, ¿no vez que la amargura de los años la tengo marcada en mi rostro?
- ¿Qué has hecho mujer, con la niña inocente? ¿Esa quinceañera que tenía energías de vivir, de luchar, de enamorarse y sentir ese primer beso?
¿Qué has hecho con sus ilusiones, que eran al final, mis ilusiones?
- No se de que niña me hablas, creo que es la que esta castigada dentro de una cárcel, que el tiempo no deja salir. Es el peor carcelero de la infancia, es el que martiriza y condena la locura de una niña.
Por eso no sale, ni te puede contestar, la única y verdadera soy yo, la mujer adulta que ya no tiene ganas de vivir más en este mundo siempre cruel.
- ¿Que dices? Mi niña, ese ángel hermoso que conocí, el amor de mi vida, mi primer amor, ¿jamás volverá, jamás? ¿Hablas en serio?
- Creo que mas en serio no podría hablar, es cierto, pues si se porta bien y no mancha alguna pared con sus garabatos, tal vez la dejan salir un ratito a jugar unos minutos, para que siga viviendo esta mujer que te habla.
- ¿Puedo verla, puedo cantarle una canción de cuna? Para que pueda dormir como el angelito que es. Déjame verla un rato, déjame besarle sus tiernos labios, déjame verla reír y ver esos ojos que un día me cautivaron y se robaron mi corazón.
- Creo que no será posible, pues ella esta castigada, por que precisamente ayer intento escaparse, y dijo que quería libertad, jajajajajaja, que ingenua, cree que podrá salir, no vas a creer el escándalo que me hiso, y todo fue porque se asomo un ratito a la ventana de mis ojos y vio una rica paleta de color, la quería con todas sus fuerzas, que me hiso correr tras el vendedor y después quería que le prestara Q5, con lo cara que esta la vida en estos tiempos, como no se los quise prestar, hiso berrinche toda la tarde hasta que al fin se quedo dormida de tanto llorar. Y por eso esta castigada.
- Que mala eres, déjala salir a jugar, déjala ser libre, no la retengas más, por eso es que esta el mundo como esta, por eso es que los pueblos se pelean y se matan unos a otros, déjala, pues los niños son la sazón del mundo, son la sal de esta vida, quien pudiera perdonar como ellos, quien tuviera esa manera de ver el mundo, esa creatividad para afrontar los problemas, para solucionar las circunstancias. Déjala ser libre!!! No le quites esa esencia. No te mates tu sola. Pues si reprimes a tu niña, te reprimes a ti, déjala jugar, déjala divertirse y veras que se te pega esa alegría de vivir para mejorar, porque eso es lo que tiene los niños, cotejean sus ganas de ser mejores.
- Creo que he has hecho entrar en razón, creo que no he tenido con pación de ella, ahorita de la llamo para que jueguen un rato, y después platicar con ella, y le pediré perdón, trataré de vivir en comunión con ella y la dejaré vivir. Gracias amigo por ser tan sincero y franco conmigo me he vuelto sentir joven de nuevo con ganas de vivir, con deseos de jugar, con deseos de salir adelante.
